Aspectos generales
Ceratocystis paradoxa es un hongo que pertenece a la subdivisión Ascomycotina. En Brasil, el hongo suele encontrarse en su forma imperfecta, Thielaviopsis paradoxa. Esta produce dos tipos de esporas: microconidios y macroconidios. Los primeros se producen de forma endógena en conidióforos. Son hialinos, pequeños, erectos y se liberan a modo de cadenas de filamentos. En las hifas más viejas, se forman numerosas ramas que producen conidióforos cortos en los que se forman macroconidios de forma ovalada, de color marrón oscuro y 3 a 4 veces más grande que los microconidios. Son saprofitos de los residuos de los cultivos o de otro material vegetal en descomposición. Se puede diseminar a través de frutos y a través de plántulas infectadas. Los conidios se dispersan a través del viento, las salpicaduras de lluvia, el riego por aspersión o mediante insectos. Temperatura óptima de 25 ºC y una humedad relativa elevada. La incidencia y severidad varía en función del organismo que logra penetrar en los cortes en la corono y de las condiciones atmosféricas. La enfermedad se desarrolla en el fruto debido a un clima seco y cálido, así como a las deficiencias de potasio y fósforo en el suelo. Además, las heridas o daños mecánicos a la planta y el fruto también propician el establecimiento de la enfermedad.
Ciclo de vida de la pudrición de esquejes
Thielaviopsis paradoxa produce microconidios y macroconidios. Los primeros se producen en conidióforos. Son hialinos, pequeños, erectos y se liberan a modo de cadenas de filamentos. En las hifas más viejas, se forman numerosas ramas que producen conidióforos cortos en los que se forman macroconidios de forma ovalada, de color marrón oscuro y 3 a 4 veces más grande que los microconidios. Mientras los microconidios germinan muy rápido y son responsables de la propagación rápida del patógeno, los macroconidios pueden seguir siendo viables cuando las condiciones atmosféricas son adversas para su supervivencia. En su fase teleomórfica, Thielaviopsis paradoxa (Ceratocystis paradoxa) produce peritecios, en los que se producen a su vez ascas y en estas ascosporas. El crecimiento y desarrollo de T. paradoxa se limita a temperaturas inferiores o cercanas a 10 ºC y 34 ºC y un pH de alrededor de 3 y 9. Una temperatura entre 25 ºC y 28 ºC y un pH entre 6 y 7 son unas condiciones atmosféricas indicadas para el desarrollo del hongo y la producción de esporas en grandes cantidades. A 5 ºC se inhibe el desarrollo del hongo.
Síntomas y daños
El hongo penetra en la planta a través de cortes y heridas, pero es incapaz de entrar a través de aperturas naturales. Esto significa que solo puede atacar los restos de cultivos previos y los tallos dañados. En caña de azúcar, esto es especialmente importante porque las plántulas se cortan en el momento de la plantación, ofreciendo así un punto de entrada para el hongo.
En esquejes invadidos recientemente por Thielaviopsis, se observa que el tejido en los extremos se encharca; la infección empieza en el punto de corte y se desplaza rápidamente, cruzando sin problemas el tejido del nudo y provocando que los tejidos internos se vuelvan rojos.
Al progresar la podredumbre, el color del tejido cambia a gris, marrón oscuro y, por último, negro. En esta última fase, la capa externa del esqueje es la única que permanece intacta. Los paquetes fibrovasculares internos se sueltan y están cubiertos con una masa negra de esporas. Los esquejes infectados pueden iniciar el desarrollo de raíces y brotes. Sin embargo, su crecimiento se ralentiza e inhibe y suelen morir antes de emerger del suelo o lo hacen lentamente, produciendo plantas débiles que están dominadas por los matorrales o por la competencia con plantas vecinas.
El síntoma más característico de esta enfermedad es la fermentación de los esquejes, durante la cual se libera un olor agradable que recuerda a la piña. La fermentación es más pronunciada en las fases iniciales del ataque, cuando los esquejes tienen reservas de azúcar. Cada año se pierden grandes superficies de caña de azúcar, porque no germinan debido al ataque de los hongos.
Síntomas y daños
¿Cómo prevenir la pudrición de esquejes?
Los métodos de prevención son:
- usar variedades resistentes y de brotación rápida
- utilizar yemas de la parte superior de los tallos, ya que las yemas jóvenes (ápice del tallo) suelen brotar más rápido que las viejas (base del tallo);
- minimizar las heridas de las plántulas para disminuir los puntos de entrada del hongo;
- minimizar las heridas de las plántulas para disminuir los puntos de entrada del hongo;
- plantar a densidades más elevadas de yemas por metro, compensando los posibles fallos de brotación causados por T. paradoxa.